Hoy, 14 de Noviembre de 2019 es el día Mundial de la lucha contra la diabetes, un día para homenajear a nuestros/as deportistas diabéticos/as e insulinodependientes que día a día se enfrentan a esta enfermedad. Es por ello que desde la Federación Andaluza de Triatlón queremos alentar y mostrar todo nuestro apoyo a aquellos/as triatletas que sufren esta enfermedad y que piensan que es imposible llevar una vida activa.
La diabetes es una enfermedad metabólica que se caracteriza por niveles de azúcar en sangre elevados. El aumento de glucemia es resultado de defectos a la hora de secretar insulina, por lo que si no llega a controlarse correctamente, a largo plazo, puede llegar a alterar la función de determinados órganos de nuestro cuerpo, lo que afecta, sobre todo, a aquellas personas amantes del deporte. Cabe distinguir entre diabetes tipo 1 y diabetes tipo 2, en la primera la persona es insulinodependiente, mientras que la segunda es no insulinodependiente y se da de forma mucho más frecuente.
En Andalucía, según el Plan Integral de Diabetes de Andalucía, el 15,3% de la población adulta (cerca de 1 millón de personas) tiene diabetes, siendo más del 90% de los casos diabetes tipo 2. Además, otro 15% de la población adulta se encuentra en elevado riesgo de padecer de esta enfermedad (Prediabetes). Estamos antes unas cifras elevadas en las que la obesidad se convierte en un factor de riesgo y, por tanto, el deporte en un aliado para prevenir y controlar la diabetes.
Pero, ¿Se puede competir en triatlón siendo diabético/a?
La respuesta es sí. No obstante el/la triatleta diabético/a que compite en larga distancia, tiene la compleja tarea de controlar su glucemia, lo que hace que todo sea más difícil. También, ha de saber identificar y resolver aquellas complicaciones que se puedan producir mientras compite. Es por ello, que los/as triatletas diabéticos/as que quieran competir, superar barreras, y completar pruebas de elevada exigencia, han de tener en cuenta una serie de consideraciones como la regulación de la glucemia durante el ejercicio, el tratamiento con insulina exógena, un reconocimiento médico pre-deportivo, y un “Plan de ataque” del atleta con diabetes. Otras medidas de seguridad son: llevar geles en las mangas del traje de neopreno para prevenir hipoglucemias a la hora de nadar. En el segmento de ciclismo, uno de los que más energía consume por sus largas distancias, llevar suplementos con aportes de hidratos de carbono y un medidor para gestionar cantidades y tiempos. Mientras que en el segmento de carrera pie conviene distinguir el agotamiento físico-deportivo de la bajada de rendimiento por hipoglucemia.
Con todo ello, animamos a todos/as nuestros/as triatletas que sufren de esta enfermedad a superar sus límites. Un gran ejemplo de superación es el triatleta andaluz, Fernando Herrera, finalista en varios triatlones de Media Distancia como el Triatlón Titán Sierra de Cádiz, y promotor del Diabetes Triatlón Tour Andalucía 2015. Fernando considera que se debe compaginar la diabetes y el deporte, eso sí, poniendo el foco previo en la información y el conocimiento de nuestro cuerpo.