Empezó en el agua y ha terminado en el triatlón, y no por el camino no ha parado de obtener triunfos. A esta triatleta onubense del ADSevilla Bikila no se le resiste nada y ha probado numerosas modalidades con éxito, desde el acuatlón al cuadriatlón. Con grandes resultados a nivel andaluz, Ana Ruz ya es una referencia deportiva en su tierra. Una referencia con mucho futuro.
Has ganado pruebas de triatlón, triatlón cros, duatlón, acuatlón… No hay nada que se te resista.
Me gustan todas, aunque he de reconocer que el agua me tira más. Los duatlones son importantes en pretemporada, los triatlón cros los tengo de momento un poco apartados, la bici de btt y mi torpeza hacen que no me tire mucho, sobre todo si quiero seguir con todo en su sitio. Los triatlones son una gozada, engloba lo mejor de mí y me da fuerza para superarme día a día, y los acuatlones son adrenalina pura y dura.
Llevas mucho tiempo en la élite del deporte aunque eres aún joven. ¿Cómo empieza toda esta pasión?
En realidad llevo 3 años, que considero que es poco, sobre todo después de ver a otras compañeras y la experiencia que se coge en cada competición. Creo que los que empiezan desde pequeño en esto tienen mucho ganado, y me hubiera gustado haberlo cogido antes. Desde que debute en la competición nacional siempre he estado en categoría élite, y es difícil subir al podio pero salir del agua y verte entre las mejores a nivel nacional te da un plus de motivación.
Tus inicios fueron en el agua, con natación y piragüismo. ¿Eso da un plus a la hora de realizar triatlón?
Por supuesto. La natación fue una época que me consolidó como deportista y me dio la resistencia y la técnica que es muy complicado coger de mayor. Mi hermana me lleva 7 años y ya hacía natación cuando yo nací y mis padres siempre la han ayudado y animado a seguir en el deporte. El piragüismo me ha dado la capacidad de dar lo máximo ya que es un deporte sacrificado pero muy bonito.
Eres doble campeona nacional de cuadriatlón. Cuéntanos que tiene de especial esta modalidad.
No podía dejar escapar esta oportunidad. Lo engloba todo: resistencia, lucha, superación, y como no, todos los deportes que llevo en mi vida, que tan momentos buenos me han dado. Si ya es duro el triatlón, añádele piragüismo que es la gota que colma el vaso (ríe). Me gustaría que tanto los triatletas como los piragüistas lo probaran más porque es duro pero es una sensación inexplicable.
La carrera a pie era el sector donde más dificultades encontrabas. ¿Cómo has intentado mejorarla?
Con paciencia y con un entrenador que el primer año solo me ponía un día a la semana de carrera para que no me lesionara. Al principio, sin entrenador, corría por correr y tenía muchas lesiones. Entonces, Jorge Ortega me obligó a parar y a empezar a su ritmo. El año pasado ya hacía un día de carrera y otro de técnica y este año algo más, y es donde más lo he notado, aunque queda mucho camino por delante.
Sobre todo a nivel andaluz, este año los títulos los habéis disputado casi siempre las mismas rivales. ¿Es esto una ventaja?
Sí, cada día somos más y eso es bueno para nosotras y nuestra autonomía. Cuanto más nivel haya, más crecemos. Lo bueno es aguantar y seguir dando caña cuando lleguen las más jóvenes.
En el ámbito nacional, rozaste el Top 20 en el Campeonato de España de Triatlón de Banyoles. ¿Qué crees que te falta para optar a estar más arriba?
Consolidar una buena temporada, sin tanto alti-bajo como he tenido en ésta, y pillarle el punto a esta dura distancia. Tienes que estar delante en los 1500 metros de natación, aguantar al grupo cabecero en 40km de bici que pesan en las piernas y resistir un 10km después de casi 1h 30′ de competición. Este año he querido llegar a gusto a meta y no morir en el intento (ríe).
Has probado también la media distancia. ¿Está en tus planes de futuro?
De momento no. Lo probé pero he de aprender mucho aún y sobre todo cambiar el chip de salir a darlo todo como normalmente hago. Me gusta, pero si la distancia olímpica me da respeto, la MD mucho más. Y se que no estoy preparada para ello, hay que entrenar mucho más de todo y más.
Hace dos semanas contribuiste a que el ADSevilla Bikila permanezca un año más en 1º División. ¿Qué has encontrado en este club?
Es un club humilde que ayuda en lo que puede a todos sus socios, a mí desde el primer día. Estar en Primera facilita el camino que durante la temporada queremos tener (me refiero a ayudas económicas), y que muchos clubes no pueden contar con ellas. Una de las cosas que más me llama es tener un equipazo de luchadores que llevan su trabajo diario y lo compaginan con entrenos y competiciones.
¿Licenciada en pedagogía, hacia dónde te gustaría que se dirigiera tu futuro los próximos años?
Lo primero es lo primero y el trabajo es a lo que hay que dedicarle el 100% porque la comida, llevar una casa y una vida adelante desgraciadamente no se puede llevar como un hobbie, así que me siento totalmente agradecida del trabajo que tengo en Bricodepot Sevilla Sur, que me da un respiro enorme y además me apoya para que pueda asistir a las grandes citas.
Tu marido también es un enamorado del deporte. ¿En casa “los piques” están a la orden del día?
Mi marido fue 6º, por tanto diploma olímpico, en Atenas 2004 en piragüismo. Es mi ejemplo a seguir porque ha luchado mucho más que yo por conseguirlo, es una mentalidad de un deportista de máximo nivel. Tuvimos “piques” el primer año de triatlón, cuando yo le llevaba ventaja en cuanto a experiencia. Le gané un par de pruebas pero después ya ni le veía. Ahora él se dedica a pruebas de larga distancia y compite menos por la exigencia que tiene preparar una prueba como el Ironman. Pero intento picarlo igualmente en natación porque es su peor disciplina y ojalá algún día me pillara.
Fuente: triatletasenred.com